miércoles, 16 de febrero de 2022

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS (ABP)

 El ABP. Claves del éxito. 

Una de las propuestas más ‘de moda’ en el mundo de la educación es el Aprendizaje Basado en Proyectos, ABP o PBL, Project Based Learning en inglés. El ABP  se ha convertido en una de la metodología activa más eficaz y cada vez más extendida en nuestro sistema educativo. 

En esta metodología, los alumn@s llevan a cabo un proceso de investigación y creación que culmina con la respuesta a una pregunta, la resolución de un problema o la creación de un producto. La implementación del ABP permite que se puedan diseñar los temas e itinerarios de aprendizaje con mayor libertad, de forma que el producto final ya no es lo único importante sino que también son relevantes el proceso de aprendizaje, la profundización y el desarrollo de las competencias clave.

Los proyectos han de ser planeados, diseñados y llevados a cabo de tal manera que el alumno incorpore de una manera factual los contenidos y estándares de aprendizaje establecidos por la legislación educativa.  Así, el producto final deja de ser lo único importante y, junto a él, se presta atención al proceso de aprendizaje , la profundización llevada a cabo por los alumnos, así como el desarrollo de las competencias clave. A continuación se redactan algunas de las claves de éxito en esta metodología.

1. El alumn@ toma el protagonismo. 

Al contrario que en la enseñanza más tradicional, basada muchas veces en clases magistrales, en el ABP son los alumnos los que toman el protagonismo de la enseñanza. Los que deciden el ritmo y van avanzando en la adquisición de nuevos conocimientos. 

El docente debe llevar el guión general de la clase, pero cada proyecto específico, generalmente propuesto por el profesor, y será interpretado y desarrollado por los alumnos. Esto implica que serán ellos los encargados de tomar ciertas decisiones, que pueden ser muy valiosas para su presente y futuro.


2. Es aprender a aprender.

El concepto de tomar el protagonismo en un determinado proyecto va acompañado de una necesidad de aprender a aprender, innata en esta metodología. Dado que son los propios alumn@s los que deciden algunos parámetros del aprendizaje, también serán los encargados de crecer y evolucionar en este proceso.

Ya no se trata únicamente de escuchar y memorizar; los alumnos deberán investigar y pensar cómo continuar aprendiendo, ya sea resolviendo los contratiempos que puedan ir surgiendo en el proceso de aprendizaje o buscando las líneas para continuar con él. También se abre la posibilidad a que puedan aparecer nuevos proyectos e ideas a desarrollar, según las expectativas de cada uno.

 

3. Sirve para todas las temáticas y edades.

No es algo que pueda aplicarse sólo a una determinada temática, todo lo contrario: el aprendizaje es universal y puede adaptarse a múltiples asignaturas, sean cuales sean y con un amplio abanico de edades. Tanto letras como ciencias o las artísticas, la clave es encontrar ese proyecto, esa idea cuya consecución implique la adquisición de nuevos conocimientos.

 

4. El ABP. Un facilitador de habilidades sociales, autoestima, comunicación..........

Además de facilitar la adquisición de conocimientos de la materia, potencia el trabajo en equipo, desarrollando habilidades y competencias como la colaboración, comunicación, toma de decisiones y gestión del tiempo, además, fomenta la iniciativa del alumnado, aumenta la motivación y la autoestima a través del pensamiento crítico.

 


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