JUEGO NO VERBAL

Existen juegos en los cuales se puede estimular la expresión no verbal,  tan o igual de importante que la comunicación verbal. Es por ello, que se presenta una serie de actividades para estimular la comunicación no verbal. A continuación podrás descubrir a través de estas 3 actividades momentos divertidos para pasarlo en familia o en la escuela. Vamos! ¿A qué esperas?

ACTIVIDADES

1. Palabra y mímica.

En primer lugar, buscaremos una persona para que sea la encargada de realizar una lista de palabras. Seguidamente, haremos grupos y se situarán a cierta distancia unos de otros.

Por turnos, un miembro de cada grupo tiene que dirigirse al conductor para que este le diga la palabra de la lista que debe representar únicamente con gestos y movimientos. El resto de los participantes del grupo tienen que adivinar la palabra. Gana el grupo que logre adivinar antes todas las palabras de la lista.

Por otro lado, se puede realizar el juego con profesiones, por ejemplo, ¿Cuántas veces escuchamos al día “cuando sea grande seré…? Una manera divertida de darle cauce a estos sueños es con este juego de adivinanza de profesiones a partir de mímicas y gestos no verbales.

La creatividad pone en juego dos repertorios complejos, lo que el niño conozca de lo específico de las actividades laborales y los movimientos y recursos corporales y materiales para representarlas.

 

 

2. Cadena de gestos.

Este juego no solo favorece la expresión corporal en niños, sino que, además, sirve para desarrollar la memoria y la atención. Para comenzar a jugar, los participantes tienen que sentarse en el suelo formando un círculo para que todos se puedan ver las caras con claridad.

Uno de los jugadores tiene que hacer un gesto utilizando la cara, las manos o los pies. El jugador que está situado a la derecha de este, debe repetir ese mismo gesto y llevar a cabo otro distinto.

Cuando le llega el turno al tercer jugador, este tiene que repetir el primer y el segundo gesto y añadir uno nuevo a la serie. Así, se forma una cadena de gestos, hasta que se dé toda la vuelta al círculo o hasta que uno de los jugadores se equivoque y no recuerde alguno de los gestos realizados.

 


 

3. Imitación en espejo

Para jugar a este juego, los participantes tienen que agruparse en parejas y colocarse uno frente al otro. Se activa un cronómetro, con una duración de un minuto y, durante este tiempo, uno de los miembros de la pareja debe realizar de forma continuada gestos y movimientos, que el jugador de enfrente tiene que imitar, pero con una condición: no está permitido reírse.

De esta manera, en el caso de que el jugador que está imitando se ría antes de haberse acabado el tiempo, perderá la partida. Pasado un minuto, se intercambian los papeles, es decir, el jugador que copia las acciones para a ser el que las lleva a cabo, y viceversa. Este juego requiere mantener la concentración para imitar perfectamente los gestos que hace el jugador contrario.

 



 


 

 

 

 

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